jueves, 23 de mayo de 2013

Kiri, ¿un árbol salvador?

En Texas están utilizando un árbol que podría purificar un suelo infértil y dejarlo listo para ser utilizado en cualquier tipo de cultivo. Y no sólo eso, sino que este árbol absorbe 10 veces más dióxido de carbono que cualquier otro árbol, y arroja mucho más oxígeno. ¿Qué árbol? El Kiri.
 
El árbol Kiri, originario de China, es también conocido como árbol Emperatriz o Paulownia tormentosa. Suele crecer hasta unos 27 metros de altura, con troncos de entre 7 y 20 metros de diámetros. Pero se caracteriza por sus grandes hojas, que llegan a los 40 centímetros de ancho.
Es un árbol popular como ornamento, así se hicieron famosos en Japón, y desde allí entraron en Europa en 1834. Pero lo que lo hace tan distintivo es su supervivencia a diferente inclemencias. Por ejemplo sobreviven al fuego, ya que pueden regenerar sus raíces y vasos de crecimiento de forma rápida. También tolera la polución, y no exige suelos fértiles.
Es por esta razón que se la utiliza como “planta pionera”, o sea que el kiri es un árbol que puede proveer un buen abono a una tierra previamente poco fértil. Sus hojas son ricas en nitrógeno (buen abono) y las raíces previenen la erosión. Como si fuera poco, crece muy rápido.
Pero lo malo del Kiri es que cuando tiene que competir con otros árboles más altos que le dan sombra no prospera.

viernes, 10 de mayo de 2013

Bosques amenazados por el cambio climático

Los bosques europeos no son ajenos a la amenaza del cambio climático. Incendios, sequías, especies de árboles amenazadas o que se extinguen... ¿cómo proteger nuestros bosques y prepararlos para adaptarse al calentamiento global?

El 42 por ciento de la superficie de la Unión Europea es área boscosa. Los bosques crean más de dos millones de puestos de trabajo, protegen el suelo y los asentamientos humanos y regulan las fuentes de agua. También regulan la temperatura y absorben el dióxido de carbono.

Un equilibrio que se ve amenazado por el rápido cambio climático y circunstancias extremas como tormentas, incendios y sequías, fenómenos que es probable sean cada vez más frecuentes. Todo ello con la pérdida de biodiversidad como telón de fondo; se prevé que especies como el haya desaparecerán de la cuenca mediterránea, mientras que la producción de setas, champiñones y hierbas se  reducirá drásticamente en toda Europa.